EL GRAN TEQEMOTO
En el ce el sohador aprende sobre un suzeso pasado.
Era una clase presenzial en un aula de madera. Frente a ‘mi se estaba una mesita, similar a un altar, con un mantel de encaje, i un aparato con aparienzia de qadio viejo. Sobre la mesita es posible ce tam’bien ubiese al’gun otro objeto, como una foto o algo similar.
El sueho cabe dentro de una mayor naqativa, mas el ‘unico detale ce qecuerdo ‘del, es la men’zion del Gran Teqemoto. Una figura peda’gojica espo’nia, para un grupo de personas, i para ‘mi, la suerte con la ce con’tabamos, de aber sobrevivido el Gran Teqemoto de fa pocos ahos. La re’jion entera a’bia cedado fragmentada, las casas eran tornadas en montones de escombros, i la jente a’bia desaparezido por montones. ‘Ce suerte, en verdad.